El tubo de cuarzo está elaborado con cristales de cuarzo de alta pureza, los cuales se funden a muy alta temperatura. El propósito del tubo de cuarzo es: 1) Aislar la lámpara germicida del contacto directo con el agua, evitando así un posible corto circuito; 2) crear una barrera térmica permitiendo a la lámpara germicida alcanzar la temperatura ideal de operación 39ºC (104ºF); 3) aprovechar al máximo la radiación germicida UV emitida por la lámpara para la purificación del agua, ya que el tubo de cuarzo de alta pureza solo absorbe entre 2% y 4% de la radiación.